lunes, 11 de febrero de 2008

Neumotórax

El neumotoráx es la entrada de aire en el espacio pleural, que produce el despegamiento de las capas parietal y visceral, provocando la compresión y el colapso del parénquima pulmonar.

CAUSAS
Por causa espontánea, en jóvenes sanos (ruptura de bullas apicales) o en pacientes con EPOC (véase la entrada de EPOC).
Por causa traumática, por traumatismo abierto o cerrado.
Hipertensivo, cuando, por un mecanismo valvular, el aire penetra en el espacio pleural durante la inspiración y queda retenido durante la espiración.
Catamenial, en mujeres jóvenes en relación con la menstruación.

SINTOMATOLOGÍA
La repercusión clínica depende de la reserva ventilatoria del paciente y del grado de colapso pulmonar consecutivo a la entrada de aire en la cavidad pleural.
Generalmente, presenta dolor tipo punta de costado, disnea (dificultad para respirar), tos seca, sudoración, taquicardia y palidez.
Si la afectación es grave, puede haber cianosis y shock.

DIAGNÓSTICO
Se confirma con una radiografía de tórax. Raramente se necesita hacer radiografías en espiración para visualizar la cámara de neumotórax.

TRATAMIENTO
Los neumotórax espontáneos pequeños, sin afectación ventilatoria sólo requieren reposo y observación y los de mayor tamaño o los asociados a afectación respiratoria requieren drenaje torácico.
Para evitar recidivas, puede ser necesario el tratamiento quirúrgico por videotoracoscopia (resección de pequeñas bullas subpleurales, blebs) y la fusión química de las hojas pleurales (pleurodesis).
El neumotórax a tensión es una emergencia y, ante su sospecha, debe iniciarse la administración de oxígeno y procederse a equilibrar las presiones, sin esperar la confirmación radiográfica. Para ello, se inserta una aguja de calibre grueso en el segundo espacio intercostal. La salida de aire confirma el diagnóstico y debe dejarse abierta al aire hasta que se coloque un tubo de drenaje permanente.

Neumonía

La neumonía es un proceso infeccioso del tejido pulmonar en el que los gérmenes invaden el pulmón por aspiración de microorganismos que colonizan la orofaringe, o por vía sanguínea a través de un foco no pulmonar, o por contigüidad.
La infección supone el fallo de los mecanismo de defensa (movimiento ciliar, secreción de moco, respuesta inmunitaria, etc.) o de una cantidad de microorganismos muy alta.

CAUSAS
En los adultos, los gérmenes que con más frecuencia producen neumonía son el Streptococcus pneumoniae, Staphylococcus aureus, Legionella y Haemophylus influenzae. Los virus, como los de la gripe y la varicela, pueden ser también agentes causales. El Mycoplasma pneumoniae es una causa particularmente frecuente de neumonía en niños mayores y en adultos jóvenes.
El consumo de alcohol, el tabaquismo, la diabetes, la insuficiencia cardíaca y la EPOC (véase la entrada de EPOC) son factores predisponentes. Los niños y las personas de edad avanzada tienen mayor riesgo de desarrollarla, así como los individuos con alteraciones del sistema inmunitario.
Se clasifican en extrahospitalarias, si se desarrollan en la población general o hasta las 72 horas del ingreso hospitalario, o intrahospitalarias, si se presentan en el paciente ingresado por otra patología.

SINTOMATOLOGÍA
La presentación típica de una neumonía extrahospitalaria consiste en un cuadro agudo de fiebre, escalofríos, tos productiva y dolor tipo pleurítico, con elevación del recuento de leucocitos en sangre periférica.
La forma denominada atípica se presenta de manera subaguda, con fiebre, cefalea (dolor de cabeza), mialgias (dolor muscular), artralgias (dolor articular) y tos seca.
La clínica de las neumonías intrahospitalarias queda solapada por la enfermedad de base, por lo que debe sospecharse en pacientes con fiebre y aparición de nuevos infiltrados radiológicos.

DIAGNÓSTICO
En general, se basa en la historia clínica y el examen radiológico.
El diagnóstico del microorganismo causal sólo puede certificarse con procedimientos como el examen de esputo, el cultivo de muestras de sangre (hemocultivo) y la fibrobroncoscopia. En general, los procedimientos invasivos no se utilizan regularmente, ya que en un alto porcentaje de neumonías de la comunidad no se llega a conocer el germen involucrado.

TRATAMIENTO
Está basado en los antibióticos. La elección del antibiótico adecuado depende del tipo de neumonía (intra o extrahospitalaria), la forma de presentación (típica o atípica), la presencia de factores de riesgo para gérmenes no habituales (ancianos, EPOC, formas graves de presentación, etc.) y la posibilidad de aislamiento del microorganismo.

Cáncer de pulmón

El cáncer de pulmón representa la primera causa de muerte por cáncer. La supervivencia de 5 años después del diagnóstico es menor del 50% en casos de enfermedad localizada, y menor del 25% si está extendida.
Se reconocen cuatro variedades fundamentales: carcinoma de células pequeñas, adenocarcinoma, carcinoma escamoso y carcinoma de células grandes.

CAUSAS
Existe una clara relación con el tabaquismo. El riesgo relativo es 10 veces mayor en fumadores de cigarrillos y 1,5 veces mayor en fumadores pasivos. Entre los no fumadores, es más frecuente el adenocarcinoma.

SINTOMATOLOGÍA
Los síntomas pueden permanecer silentes durante meses.
Los tumores de localización central aparecen como masas tumorales que afectan a bronquios grandes. Clínicamente, pueden dar tos con expectoración hemoptoica (expectoración con trazas de sangre).
Los de mayor tamaño pueden dar lugar a atelectasias (colapso de una región pulmonar periférica o bien de todo el pulmón) por obstrucción de la luz bronquial.
Los de localización periférica generalmente dan síntomas en fases avanzadas, normalmente derrame pleural maligno.
La afectación de estructuras vecinas puede dar lugar a obstrucción traqueal, disfagia, disfonía por compresión del nervio recurrente laríngeo, parálisis del nervio frénico, síndrome de la vena cava superior, etc.
Son frecuentes las metástasis por vía sanguínea y los síndromes paraneoplásicos.

DIAGNÓSTICO
Se realiza mediante análisis anatomopatológico de una muestra de tejido, generalmente obtenido mediante fibrobronscopia.
La extensión de la enfermedad se evalúa mediante tomografía axial computarizada, resonancia magnética nuclear, gammografía ósea, mediastinoscopia, mediastinostomía y toracoscopia.

TRATAMIENTO
Si la neoplasia (tumor formado por la multiplicación o crecimiento anormal de las células) no es del tipo de células pequeñas, el tratamiento de elección es el quirúrgico, siempre y cuando se cumplan determinados criterios de estadificación del tumor (grado de diseminación) resecabilidad (posibilidad de extirpar todo el tumor) y operabilidad (evaluación de si el paciente es capaz de resistir la cirugía y sus consecuencias).
La presencia de metástasis a distancia, afectación del nervio frénico, invasión traqueal, derrame pleural maligno, son algunos criterios de irresecabilidad que pueden ser evaluados por el médico tratante.
La base del tratamiento del cáncer de células pequeñas es la quimioterapia.
En ocasiones, se asocia tratamiento quirúrgico a radioterapia.

domingo, 10 de febrero de 2008

Faringitis

La faringitis es una inflamación de las membranas mucosas y del tejido linfoide de la faringe, normalmente como resultado de una infección.

CAUSAS
Esta enfermedad es causada comúnmente por infecciones bacterianas o virales, como el virus de la gripe, Streptococcus pyogenes o Micoplasma pneumoniae. Ocasionalmente, la causa es la difteria o Candida albicans.

SÍNTOMATOLOGÍA
El síntoma principal es el dolor de garganta. También hay fiebre, dolor muscular y dolor al tragar.

DIAGNÓSTICO
Se lleva a cabo mediante un examen médico y, si este lo cree conveniente, realizará un cultivo faríngeo.

TRATAMIENTO
Las gárgaras con agua tibia y salada son un remedio habitual. También son útiles los fármacos analgésicos, los líquidos, las pastillas para la garganta y los anestésicos tópicos. Si un estudio rápido o los resultados de los cultivos identifican estreptococos, la penicilina o la eritromicina suelen ser curativas.

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC)

Trastorno permanente y lentamente progresivo, caracterizado por una disminución el flujo en las vías aéreas, causado por la existencia de bronquitis crónica y enfisema pulmonar.
La bronquitis crónica es una entidad clínica definida por la presencia de tos y expectoración durante más de 3 meses al año, durante 2 o más años consecutivos.
El enfisema pulmonar es un concepto anatomopatológico caracterizado por el agrandamiento anormal y permanente de los espacios aéreos más allá del bronquiolo Terminal, asociado a destrucción de las paredes alveolares.
La limitación del flujo aéreo espiratorio se produce por lesión de la pequeña vía aérea por inflamación y fibrosis, junto con la destrucción de la arquitectura alveolar. La dificultad en la espiración se traduce en hiperinsuflación pulmonar.
El principal factor de riesgo para la EPOC es el tabaquismo, que actúa alterando la motilidad ciliar, inhibiendo la función de los macrófagos, produciendo hipertrofia hiperplasia glandular y broncoconstricción aguda. Además se han señalado factores genéticos (déficit de alta-1-antitripsina), la exposición laboral y el tabaquismo pasivo.

SINTOMATOLOGÍA
Los síntomas aparecen a partir de los 45 a 50 años en individuos susceptibles que han fumado alrededor de 20 cigarrillos al día durante 20 años o más.
Característicamente, los pacientes presentan tos crónica, productiva, de predominio matutino, expectoración mucosa o mucopurulenta, ruidos bronquiales (sibilancias) y sensación de falta de aire (disnea).
Es frecuente la evolución con agudizaciones por infecciones respiratorias.
En estadios avanzados, se observa disnea en reposo o al esfuerzo mínimo, edemas en los tobillos. A la exploración física, destaca un tórax insuflado, la coloración azulada de la piel (cianosis), y el aumento de tamaño del hígado.

DIAGNÓSTICO
Se basa en el cuadro clínico y la radiografía de tórax.
El diagnóstico de certeza se obtiene demostrando una obstrucción no reversible del flujo aéreo mediante espirometría.

TRATAMIENTO
El abandono del tabaco y la administración de oxígeno de forma continua (al menos 15 horas al día) son medidas que han demostrado mejorar la sobrevida en estos pacientes.
El tratamiento farmacológico consiste en la administración de agentes capaces de relajar el músculo liso bronquial produciendo broncodilatación.
En los casos de agudización por infección respiratoria, pueden ser útiles los antibióticos.
Es necesaria la vacunación antigripal y antineumocóccica.

viernes, 8 de febrero de 2008

Hipertensión pulmonar

La hipertensión pulmonar es una entidad definida por la elevación de la presión media de la arteria pulmonar mayor de 25mm/Hg durante el reposo o mayor de 30mm/Hg durante el ejercicio. Existe hipertensión pulmonar primaria e hipertensión pulmonar secundaria.

CAUSAS
La hipertensión pulmonar primaria es poco frecuente y de causa desconocida. Se produce por afectación de los vasos pulmonares de pequeño calibre (arterias musculares pequeñas y arteriolas).
La hipertensión pulmonar secundaria es más frecuente y generalmente se producen en el contexto de enfermedades respiratorias o cardiovasculares crónicas que cursan con bajos niveles de oxígeno en sangre (hipoxemia). La causa más frecuente es la EPOC (véase la entrada de EPOC) y otras causas son la hipertensión portal, infección por virus de la inmunodeficiencia humana (VIH), fármacos, cocaína, exposición crónica a grandes alturas, etc.
La hipoxemia induce constricción de la vasculatura pulmonar (para mantener el equilibrio del intercambio gaseoso), que, junto con el remodelado de la pared vascular y la trombosis, mantienen el aumento de la presión arterial pulmonar.
El cor pulmonale es el aumento del tamaño del ventrículo derecho por hipertensión pulmonar crónica, que puede asociarse a insuficiencia ventricular derecha.

SINTOMATOLOGÍA
En la hipertensión pulmonar primaria el síntoma más frecuente es la disnea (dificultad para respirar) progresiva, aunque pueden pasar unos años hasta que el paciente la refiera. También se observa fatiga y debilidad junto con dolor torácico y, en ocasiones, puede empezar con un síncope (pérdida repentina del conocimiento y de la sensibilidad, debida a la suspensión súbita y momentánea de la acción del corazón) o hemoptisis (expectoración de sangre proveniente de la tráquea, los bronquios o los pulmones).
En la hipertensión pulmonar secundaria, los síntomas se superponen a los del proceso causal.

DIAGNÓSTICO
El examen físico, la radiografía de tórax y el electrocardiograma evidencian la repercusión de la elevada presión pulmonar sobre el sistema cardiorrespiratorio.
El ecocardiograma permite estimar los valores de presión sistólica, diastólica y media del tronco arterial o arteria, pulmonar, evaluar la afectación del ventrículo derecho y descartar causas secundarias.
El cateterismo cardíaco es útil para medir directamente la presión arterial pulmonar, así como para descartar otras causas secundarias.

TRATAMIENTO
La hipertensión pulmonar primaria es una enfermedad progresiva para la que no se dispone de tratamiento curativo. Se utilizan vasodilatadores que actúan sobre la circulación pulmonar y anticoagulantes. y se indica el trasplante pulmonar en pacientes con insuficiencia cardíaca derecha severa que no responde al tratamiento médico.

Derrame pleural

Acumulación anormal de líquido en el espacio pleural. Puede ser: trasudado (cuando se produce por aumento de la presión de los capilares de la pleura, por disminución de la presión oncótica plasmática) o exudado (cuando se produce por aumento de la permeabilidad de los capilares o por disminución del aclaramiento linfático, existiendo afectación directa de la pleura).
Se denomina empiema al líquido pleural de aspecto purulento, debido al alto contenido de leucocitos. También se llama empiema al líquido pleural de aspecto no purulento, en el que se identifica (por función o cultivo) la presencia de algún germen.

CAUSAS
Las causas más frecuentes del trasudado son: insuficiencia cardíaca, cirrosis hepática, síndrome nefrótico y, más raramente, mixedema.
Los exudados aparecen generalmente en el contexto de infecciones pleuropulmonares, cáncer, tromboembolismo pulmonar, postoperatorios, pancreatitis, enfermedades del colágeno, etc.

SINTOMATOLOGÍA
Es común el dolor de tipo pleurítico, referido como un dolor torácico agudo, tipo puñalada que se exacerba con la inspiración (dolor en punta de costado), y si el derrame es importante, puede presentar disnea. Además, los derrames de etiología infecciosa cursan con fiebre.

DIAGNÓSTICO
La radiografía de tórax y la ecografía determinan la localización, magnitud y movilidad del derrame.
El análisis bioquímico, microbiológico, citológico y anatomopatológico de una muestra del líquido obtenido por punción (toracocentesis) permitirá la etiología infecciosa específica y la presencia de células cancerígenas.
En determinadas ocasiones será necesaria una biopsia pleural.

TRATAMIENTO
Los empiemas requieren drenaje pleural mediante tubo de drenaje. Si fracasa, por la tabicación del espacio pleural puede procederse a la instilación intrapleural de fibrinolíticos a través del tubo de drenaje para facilitar la salida del pus. Otro procedimiento es la decorticación, que implica una toracotomía (procedimiento quirúrgico para abrir el pecho con el propósito de acceder a los pulmones, esófago, traquea, aorta, corazón o diafragma) con evacuación completa del pus existente, así como de la coraza pleural.
La pleurodesis consiste en la aplicación de un material irritante (talco, tetraciclina o bleomicina) entre las dos capas de la pleura (parietal y visceral) con el objetivo de producir una reacción infamatoria que dé como resultado la unión de ambas capas y se utiliza en el tratamiento sintomático de derrame pleural de origen neoplásico.